Después de pasar unos días relajantes y muy gratificantes en Udaipur, la ciudad de los lagos, teníamos miedo de dejar la ciudad pero Jaipur era la siguiente parada.
Parecía que India nos había dado un respiro y teníamos miedo de equivocarnos con el siguiente destino. Aún así, no podíamos quedarnos eternamente en Udaipur así que después de 3 días cogimos fuerzas, respiramos hondo y y nos dirigimos hacia Jaipur.
* Viajamos en pareja por lo que los precios que verás a continuación son para 2. Para saber el precio por persona (si no lo indicamos) deberás dividirlo entre 2. Esto no aplica a las habitaciones dobles que tienen su precio real.
Cómo ir de Udaipur a Jaipur
Hay varias opciones, incluidos trayectos nocturnos, para ir hasta Jaipur. Había buses que salían des de las 21h hasta las 23h por si, como nosotros, eliges ir en night bus.
Nosotros elegimos este horario ya que así ahorrábamos una noche de hotel y podíamos dormir durante casi todo el trayecto.
En Udaipur encontraras muchísimas "oficinas" que venden tikets de bus, contrasta precios y escoge la que más te guste. O haz como nosotros, preguntamos al chico del hotel dónde nos recomendaba ir y él mismo se encargó de reservarnos nuestro sitio en el bus.
Nosotros escogimos una nueva modalidad de transporte, no la habíamos probado hasta el momento, “el bus cama”. Nos costó 1650 INR (unos 22€). Me pareció divertidísimo el concepto.
Había una fila de camas dobles y una fila de camas individuales. Cada cama tenía su puerta para cerrarse dentro y que el movimiento de gente en el pasillo no te molestara, a parte de crear una falsa sensación de intimidad.
La cama no era del todo incómoda, pero Vic no cabía entero tumbado (mide 1,80cm), así que durmió encogido durante todo el viaje.
Fueron unas 7 horas de viaje y al llegar a la estación, como no, había 300 tuk-tukeros esperando llevarnos a nuestro hotel. Por suerte el nuestro estaba muy cerca y fuimos andando.
Qué ver y hacer en Jaipur
En India, al menos en Rajastán, todo va a un ritmo muy extraño. La ciudad se levanta muy temprano, de hecho el sol sale sobre las 5:30h de la mañana, pero hasta las 10 o 11 no abre ningún negocio. (ni a veces ni los sitios culturales o turísticos...)
Así que si te ocurre como a nosotros, que llegamos a las 7h y hasta las 12h no podíamos instalarnos en el hotel, tómatelo con calma.
Nosotros nos encontramos con esta situación, tuvimos que decidir qué ver y hacer en Jaipur hasta poder entrar a la habitación, así que estuvimos paseando por el centro de la ciudad, viendo cómo los señores mayores hacían yoga matutino y como los monos se peleaban entre ellos en el parque.
Hasta vimos a un hombre que llevaba una bolsa llena de piedras y se dedicaba a perseguir a los monos y lanzárselas. No entendíamos muy bien la situación, pero nos sirvió de entretenimiento hasta que llegó la hora de movernos.
No le dio a ningún mono, por eso nos hizo gracia...
Visita al City Temple
Entrada: 500 INR/pers (unos 6,7€)
Audio guia: 100 INR (unos 1,3€)
Es el palacio que menos nos gustó de la India.
Es una combinación de tienda y museo y lo que está más cuidado no te creas que es el museo... son las tiendas. Eso nos cortó un poco el rollo de la visita... Además la audio-guía no daba detalles muy interesantes de la visita, así que es muy prescindible.
Lo más interesante que vimos fueron los jarrones de plata más grandes del mundo y como grababan un anuncio de la nueva temporada de ropa India.
Por el estilo debía ser el anuncio de la temporada de otoño de El Corte Inglés indio.
Visita al Amber Fort
Entrada: 500 INR/pers (unos 6,7€)
Audio guia: 100 INR en inglés (unos 1,3€) o 200 INR en español (unos 2,7€)
El Amber Fort se encuentra a unos 9 km del centro de Jaipur, así que tendrás que coger un tuk-tuk para llegar hasta él. También vimos un autobús público que llegaba hasta la puerta del Fort, pero no tenemos más información sobre él, no sabemos donde se pilla.
Una vez llegas a los pies de Amber Fort, te queda una mega subida hasta sus puertas. Necesitarás agua y algo para reponer energías cuando llegues arriba. Que manía tienen de construir los fuertes tan arriba… ?
Yo llegué tan cansada (no me gustan las subidas) que cuando vi lo que costaba la entrada casi me doy la vuelta y me voy. Pero Vic me convenció para quedarnos.
La visita estuvo bien, sin más. Es un Fuerte que es más un castillo que un palacio, no está tan cuidado como otros Fuertes (es diferente a los otros que habíamos visto hasta el momento).
A nosotros lo que más nos gustó fueron las vistas la muralla de Jaipur, son chulísimas. Puedes ver cómo la muralla rodea la montaña por completo y da una imagen impresionante.
También nos encantó toda la zona baja, previa al Fuerte, donde entras sin pagar entrada. Es una zona muy verde con un lago y jardines. Esa zona si está muy cuidada.
Visita al Galta temple (más conocido como Monkey Temple)
Entrada: 50INR/pers (unos 0,67 céntimos de €)
Este templo se encuentra bastante alejado del centro de la ciudad, a unos 11km. Nosotros cogimos un tuk-tuk que nos cobró 300 INR (unos 4€) por llevarnos de ida y vuelta al hotel.
El tuk-tuk nos dejó a las puertas del camino al templo. Nada más llegar ya vimos la gran variedad de animales que había en ese lugar: vacas, cerdos, cabras y monos por todos lados. Incluso había monos subidos a vacas y a cerdos, era todo muy agobiante y apestoso pero era el camino que había que hacer para llegar al Templo.
Por supuesto al bajar del tuk-tuk un vendedor me coló un paquete de cacahuetes para dárselos a los monos por 20 INR (unos 25 céntimos de €) que compré encantada porque me hacía mucha ilusión alimentar a los monetes.
Poco me duró esa emoción...
Empezamos la subida al templo, es un camino que atraviesa una montaña y pasa por diferentes templos más pequeños y, el de los monos es el último del camino.
Así que tendrás que subir y bajar la montaña para llegar hasta él, más o menos una hora de ida y vuelta (sin contar el tiempo que quieras pasearte por allí).
Al principio del camino encontramos un mono sentadito y tranquilo y yo me quise hacer la valiente sentándome a su lado. Vi como a cámara lenta giraba su cabeza para mirarme y se abalanzaba sobre mí con los brazos bien abiertos, como si fuera un amigo al que llevaba tiempo sin ver y me quisiera dar un súper abrazo. Evidentemente no venía a por mi, venia a por la mochila y yo salí por patas.
Una vez llegamos al templo flipamos con la de monos que había. Además, en la entrada tienen como una piscinita y están jugando todo el día a tirarse y remojarse.
La parte inferior del templo sigue igual de plagada de monos y éstos no tienen ningún reparo en acercarse a ti, saben cuando llevas cacahuetes y cuando no. Los hay que te los cogen dulcemente de la mano y los hay que casi te arrancan un dedo.
La verdad es que no me gustó mucho porque tenia la sensación que en cualquier momento moriría devorada por una bandada de monos. Me estresó un poco y estar tan rodeada de monos hizo que no me relajase en todo el rato.
Justo antes de irnos otro mono se abalanzó sobre mi pierna y se agarró de ella. Acabó de confirmarme que desde este momento no me gustan los monos.
El Templo en si no es gran cosa, esta chulo, hecho un asco pero chulo. Lo que realmente “mola” de la excursión son los monos, por eso va la gente.
El Zoo de Jaipur
Como nos quedamos con el mono de ver un Zoo indio después de la decepción de Udaipur, decidimos ir al Zoo de Jaipur para ver con qué nos sorprendía.
La entrada del Zoo nos costó 304 INR (unos 4€) y ya te adelanto que es lo que más nos sorprendió de la visita. Los locales solo pagan 20 INR... esto pasa en muchas atracciones de la India...
El Zoo no está muy cuidado, deja mucho que desear. Da lastimica como tienen a los animales.
Pudimos ver cocodrilos, muchos pájaros, tortugas, impalas, monetes y avestruces. De nuevo nos hemos quedado sin ver tigres ni leopardos... ?
Dónde alojarse en Jaipur
A ver, no te vamos a engañar, aquí se nos fue un poco la olla y nos olvidamos del presupuesto mochilero pero estábamos tan cansados de la India que decidimos darnos un regalo.
Teníamos que parar 3 días en Jaipur para trabajar, así que necesitábamos un hotel con buen Internet y una piscina (hacía calor y queríamos remojarnos. Nos lo habíamos ganado...). En total el caprichito nos salió por unos 90€ incluyendo una cena en el hotel.
No nos arrepentimos para nada de la decisión que tomamos, pero sabemos que esto no se va a poder repetir muy a menudo.
De todos modos hay muchos hostales y hoteles cerca del centro de la ciudad, en la zona de la parada de autobuses principal. Además esa es la zona de restaurantes que te va a interesar, porqué si vas por el centro no encontrarás más que puestecillos callejeros, de los que no creo que quieras comer.
Nosotros comimos varias veces en el Rawat restaurant, un local con una decoración muy hortera situado en el segundo piso de un edificio. (no te quedes en la planta baja que también tiene restaurante, sube a la 2a planta que es el bueno).
La comida estaba riquísima, de verdad. Nosotros nos enamoramos especialmente de un plato llamado Cheese Sizzler. Unas bolas de queso y pure de patata rebozadas acompañadas de verduras en salsa de queso. ¡Buenísimo y recomendadísimo!
Casi que con 1 comen 2 personas...
Otro local muy recomendsble es el Sanjay, escondido en una esquina de la calle cerca de dónde se compran los tikets de los autobuses privados. Allí sirven comida muy barata y acceptable. Ideal para ahorrar un poco en comida.
Poco más hicimos por Jaipur ya que dedicamos los 3 días a trabajar como locos para poner el blog al día.
Nos tomamos muy con calma nuestros días en Jaipur. India nos estaba saturando pero aún nos quedaban dos paradas obligatorias: Agra y Varanassi.
Así que nos tocaba continuar.
¿Y tú qué, también te das caprichos de vez en cuando a lo largo de tus viajes? Cuéntanoslo en los comentarios.
* Al contarte nuestra experiencia en los hoteles que visitamos, hemos añadido un enlace de afiliado de Booking por si te gusta y quieres reservarlo. Si lo haces desde nuestro link, a ti no te costará nada extra y a nosotros nos ayudarás a mantener el blog y a seguir con nuestra aventura. ¡Gracias viajer@s! ?
Utilizamos cookies propias y de terceros para fines analíticos y para mejorar la web a partir de tus hábitos de navegación. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Puedes cambiar la configuración aquí u obtener más información consultando la Política de Cookies
Cookies Estrictamente Necesarias
Las cookies estrictamente necesarias tienen que estar siempre activadas para el correcto funcionamiento de la web y para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Si desactivas esta cookie no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Cookies de Terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
También utilizamos estadísticas en Facebook para mejorar el marketing de nuestra plataforma.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web y nuestro proyecto.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!