Después de nuestro
primer día de ruta por Islandia entre Keflavik y Hella, dónde vimos cosas tan impresionantes como nuestras primeras fumarolas (columnas de vapor) o dónde estuvimos en medio de 2 placas tectónicas, nos disponíamos a seguir descubriendo Islandia, un país salvaje dónde cada paisaje te deja con la boca abierta.
En la jornada de hoy nos esperaba algo que deseábamos ver con muchas ganas, una de las razones para venir a Islandia, hoy íbamos a ver nuestro primer glaciar. ¿Nos acompañas?
Si quieres puedes ver en nuestro perfil de Instagram @cuadernodeaventuras nuestra experiencia en Islandia. Solo tienes que buscarla en las stories permanentes, podrás ver nuestras aventuras a lo largo de este espectacular viaje.
Día 2 de ruta: de Hella a Hrífunes
Creo que ya te hemos dicho que Islandia es un país caro, y por eso una de las maneras de ahorrar es llevarte mucha comida desde casa para no tener que comprarla allí. Eso es lo que hicimos nosotros.
Llevamos 2 maletas grandes y luego 1 de mano para cada uno y, en las maletas grandes, dejamos mucho espacio para embutidos, sopas y cremas de sobre, algunas latas de comida y cosas así que se pudieran transportar fácilmente y que nos apañaran los desayunos y algunas comidas y cenas.
Así que tocaba empezar con nuestro ritual matutino: hacer bocadillos para comer, preparar el desayuno y organizar la jornada.
Después de desayunar en la cocina comunitaria del camping y calentar leche para poner en nuestros termos (Ari necesita café para vivir), organizamos el maletero de nuestro coche y nos lanzamos a la carretera.
Como cada día dormíamos en un sitio distinto llevábamos todas las cosas en el maletero, éramos una casa con ruedas. Nuestro coche (como casi todos los que alquilan en Islandia) no tenía la típica pieza que tapa el maletero y esconde las maletas de la vista de los curiosos, ya que por seguridad (por los días de viento) las retiran todas... Pero tranquilo, nosotros no tuvimos ningún problema, fuimos con el coche cargado hasta arriba a todos sitios y no pasó nada. Son gente muy honrada y raro será que te encuentres con algún problema.
Así que después de desperezarnos nos pusimos en marcha.
Qué ver de camino a Hrífunes
En Islandia la velocidad máxima a la que puedes circular son los 90 km/h (hay carreteras de 80km/h) por lo que podrás ir viendo los paisajes tranquilamente desde el coche y eso hace que el Road Trip sea mucho más entretenido.
Al haber poco tráfico, puedes ir gozando de las vistas y, si te gusta algo en concreto, parar para verlo.
Durante la carretera irás viendo un montón de señales donde te localiza los sitios que vale la pena ir viendo así que, aunque no tengas apuntado en tu ruta cierto punto, si ves una señal que te localiza un view point, te puedes parar para descubrir qué es. Algunos no te sorprenderán demasiado pero otros te dejarán con la boca abierta.
Y así llegamos a nuestro primer destino:
Cascada Seljalandsfoss
Está impresionante cascada puede ser complicada de ver en un día de mucho viento, seguramente vas a mojarte así que estás avisado. Te decimos esto porque nosotros la visitamos en un día sin viento y terminamos empapados ?.
Lo guay de esta cascada es que puedes verla desde todos sus ángulos y el punto más curioso es que puedes pasar por detrás de ella. Eso sí, nosotros te recomendamos que si vas a hacerlo uses el chubasquero o ropa de agua. Así conseguirás mojarte menos, porque mojarte te vas a mojar igual, pero que eso no te tire para atrás porque vale la pena ver una cascada "desde dentro".
En el aparcamiento hay una máquina para pagar, 700 coronas (unos 5€) es el precio mínimo a pagar y vale para todo el día. Son pocos los sitios en los que es obligatorio pagar aparcamiento, pero avisan con muchos carteles de las multas que te pueden poner, así que por cuatro sitios que son, mejor no te arriesgues. (Reconocemos que aquí nosotros no pagamos pero en otros parkings si lo hicimos porque leían las matrículas de los coches y no queríamos follones con la empresa de alquiler de coche ?)
Por cierto, un truquito para localizar cascadas, todas tienen un nombre que acaba en Foss.
Cascada Skógarfoss
Esta cascada es bastante más grande que la anterior. Es una de las cascadas más famosas de las que se visitan en Islandia. Esta vez no podrás verla por la parte de atrás, pero sí que podrás verla desde arriba.
Justo al lado de la cascada hay unas escaleras que te llevan a un mirador para que puedas ver como cae el agua. Las escaleras son algo pesadas al principio, un poco altas, pero tómatelo con calma y ves a tu ritmo, no hay prisa y vale la pena subir arriba.
Una vez llegues a la parte superior de la cascada puedes hacer dos excursiones por el sendero que rodea el río, una de 7km que te lleva a Fimmvorduháls, un puerto de montaña y otra de 26km que no sabemos muy bien hasta donde te lleva, pero seguro que caminar por esos caminos tiene que ser precioso.
Nosotros no hicimos ni una ni la otra, solo paseamos siguiendo el sendero del lado del río un rato para disfrutar de las vistas pero cuándo se nos puso a llover, tuvimos que dar media vuelta.
Desde abajo, puedes acercarte y ver la fuerza con la que cae el agua, es una imagen muy bonita porque estás literalmente al pie de una gran cascada.
Una parada obligatoria en tu ruta por Islandia.
Sólheimajokull (lengua de glaciar)
El siguiente punto marcado en nuestra ruta de Hella a Hrífunes era uno de los más especiales, una de las cosas que más ganas teníamos de ver, un inmenso glaciar Islandés. Será cosa de herencia genética...
Ya verás que todo lo que te estamos contando tiene muy fácil acceso y un buen aparcamiento.
En la misma zona de aparcamiento vas a ver que hay un par de contenedores de empresas de tours que te ofrecerán algunas actividades extras que puedes hacer en este trozo de glaciar. Si quieres, podrás contratar una pequeña ruta guiada con crampones o una ruta en kayak entre los icebergs.
Nosotros decidimos visitarlo a pie, es un paseíto muy sencillo en el que avanzarás por la desembocadura del glaciar hasta llegar al gran muro de hielo. Mientras avanzas, irás viendo varios icebergs que se han ido desprendiendo del glaciar original.
Nuestro paseo terminó cuando llegamos a la pared del glaciar, la zona de tierra más cercana al muro de hielo y por dónde ya no podíamos seguir caminando sin calzado especial así que aquí fue donde pudimos tocar nuestro primer trozo de hielo de iceberg.
La verdad es que no nos decepcionó en absoluto, ya verás qué colores. Busca las grietas, allí se ve el azul más intenso.
Por el camino nos entretuvimos buscando parecidos a los icebergs que íbamos dejando atrás. ¿Puedes ver el tiburón en la última foto?
Dyrhólaey Lighthouse
Para llegar a este faro nos tuvimos que salir de la carretera principal y desviarnos un pelín pero vale la pena solo por el paisaje que vas a descubrir.
Este faro está situado en la cima de un acantilado con unas vistas espectaculares. A cada lado podrás ver unas playas negras realmente impresionantes, la de la derecha parece que no acabe nunca y la de la izquierda termina en otro acantilado espectacular.
Es una lástima que con las playas tan increíbles que tengan en Islandia, no puedan aprovecharlas para tomar el sol y bañarse... Cosas del frío...
El faro en si no tienen nada de espectacular, lo bueno es el enclave en el que se encuentra y lo que verás desde él. Podrás rodear el faro dando un paseo y llegar hasta la punta del acantilado, allí podrás ver una roca con dos agujeros en la base por dónde pasa el agua del mar.
Dónde alojarse en Hrífunes
Y hasta aquí llegó nuestra jornada de Road Trip, la siguiente parada ya era la de nuestro alojamiento y en este caso, nos alojamos en el Glacier View Guesthouse. Un hotel con habitaciones al estilo apartamento (sin cocina), con sábanas y toallas a tu disposición incluidas en el precio.
Nuestra habitación tenía una cama de matrimonio y una litera. Todo muy cómodo y moderno, daba gusto estar allí. Nos sorprendió mucho por lo nuevo y cuidado que estaba, la verdad es que fue un acierto dormir aquí.
Las vistas del alojamiento son espectaculares. Si no hay nubes ni niebla se ve el Glaciar desde la ventana y mola mucho. Hay una zona común súper cómoda y con grandes vistas para relajarte, leer, tomarte un té o degustar sus galletas caseras que te ofrecen totalmente gratis.
El desayuno está incluido en el precio de la habitación y lo sirven de 8 a 10 de la mañana (está riquísimo, súper completo).
Nosotros además, cenamos en el hotel porque ya habíamos desayunado y comido bocadillos y nos apetecía cenar bien. La cena nos costó 6500 coronas/pers (unos 46€) la media de precio islandés. Eso sí, estaba todo espectacular.
Una cena de tres platos caseros de: sopa de tomate, bacalao y pastel de chocolate. Además el segundo iba acompañado con un buffet libre de cosas variadas (verduras, arroz, pasta, ensalada…) en el que podías comer hasta reventar. Te recomendamos que si te alojas allí, aproveches para cenar y probar la típica comida casera islandesa. Además la dueña es súper amable y maja y te cuidará hasta el último detalle.
Todo estaba ESPECTACULAR. Alojamiento súper recomendable, de lo mejor que elegimos para dormir en Islandia.
Ver alojamiento Glacier View Guesthouse
Ver alojamiento Glacier View Guesthouse
Como ya te hemos dicho, en Islandia es complicado organizar la ruta y elegir bien qué alojamientos reservar ya que hay pocos y son muy caros. Aquí podrás ver la selección completa de alojamientos en los que hemos estado. Hemos elegido los más baratos y de mejor calidad para que disfrutes de tu ruta por Islandia igual que hemos hecho nosotros: los mejores alojamientos en Islandia.
Puedes seguir nuestra ruta en el siguiente artículo: Día 3 de ruta: de Hrífunes a Höfn
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