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Día 9 de ruta: de Ísafjörður a Patreksfjörður
Arrancamos de buena mañana nuestra ruta por los fiordos del norte sabiendo que nos esperaba un día más o menos igual que el anterior, pero bueno, habíamos descubierto que en Islandia 2 días nunca son iguales.
Teníamos todos los sentidos bien activados en busca de ballenas, focas y… ¿Puffins? ¿Sería hoy el remate final y podríamos ver el ave autóctona más famosa de Islandia?
Nosotros estábamos muy atentos por si acaso, eso os permitió no perdernos detalle de los increíbles paisajes islandeses.
Qué ver de camino a Patreksfjörður
El camino inicial fue muy parecido al del día anterior, cruzar los fiordos a través de una carretera de tierra espectacular, entre montañas de piedras, con ríos y montañas verdes de fondo. Nuestra primera parada se veía a lo lejos, desde la carretera de enfrente vimos un manto de agua que caía por la montaña y ahí nos dirigimos.
Dynjandi
A lo lejos, desde el inicio del fiordo, podrás divisar al fondo esta imponente cascada de 99m de altura.
Al llegar podrás dejar tu coche en el aparcamiento, que por cierto, tiene dos sitios reservados para coches eléctricos. El camino hacia la cascada grande pasa por 7 cascadas más pequeñas que te vas encontrando al lado del sendero.
El camino no es complicado, pero es todo cuesta arriba y hay un par de tramos de escaleras de piedras que pueden costar un poco, sobretodo de bajada. Nosotros nos cruzamos con una señora mayor a la que estaban bajando a caballito por haberse torcido el tobillo en una de estas. Lleva buen calzado.
Es una cascada diferente a las que irás viendo por Islandia así que vale la pena invertir un rato en ir subiendo niveles y viendo las diferentes caídas de agua tranquilamente.
Nos gustó mucho esta parada.
Llegada a Patreksfjörður
Antes de comer ya llegamos al pueblo donde pasaríamos la noche, tal y como habíamos previsto.
Como a la mañana siguiente teníamos billetes de ferry para cruzar el último fiordo, sabíamos que no podríamos aprovechar la mañana para hacer paradas por esta zona, así que paramos para comer algo y volvimos al coche para ir a ver un par de cosas antes de volver al pueblo a dormir.
Si, el último fiordo lo cruzamos directamente en ferry para ahorrarnos una gran kilometrada, en el siguiente artículo te lo contamos con más detalle.
Lo dicho, comimos algo y nos pusimos en marcha para seguir viendo cositas islandesas...
Mirador de Puffins
Así que nos fuimos en busca de Puffins!!!
Para poder ver a estas preciosas criaturas de muy cerca vas a tener que ir hasta los acantilados que hay al final de la carreters 612. Es una carretera no asfaltada y en algunos tramos muy estrecha. Es posible que te encuentres con operarios de carretera arreglando la calzada, nos imaginamos que el clima debe destrozar las carreteras en pleno invierno...
Antes de bajar del coche abrígate y tápate bien porqué estarás en la punta de Islandia y todo el viento procedente del océano y Groenlandia te estará dando en la cara, yo creo que perdí la sensibilidad en las pestañas con esa ventolera.
Pensábamos que nos constarían bastante de ver pero nada más lejos de la realidad, allí mismo, en los acantilados, viven estas pequeñas aves, el gorrión del atlántico o Puffin.
Bajamos del coche y vimos gente caminando hacia la cima con lo que pensamos que debíamos ir hacia allí, pero Ari vio a un hombre justo enfrente nuestro fotografiando algo muy concentrado, así que imaginó que sería un Puffin.
Y nos fuimos para allí y ahí estaban, un montón de Puffins repartidos por la ladera del acantilado (pero a un metro nuestro). Son muy tranquilos, ahí se quedaban posando para la foto y de vez en cuando se lanzaban al vacío a estirar las alas, volar un poco y volver a tierra.
Son muy monos, vale la pena hacer la excursión hasta los límites de Islandia para verlos.
Luego leyendo un poco más de los bichitos estos descubrimos que en invierno emigran al Mediterráneo y se les puede ver en las Baleares.
Playa roja
De vuelta a Patreksfjörður o de camino a ver los Puffins podrás tomar el desvío a la carretera 614 para ir a ver la Playa Roja y deberás seguir esa carretera hasta el final. Piensa que en esta zona estamos ya en un límite de Islandia, más allá solo está Groenlandia y Estados Unidos.
Más o menos desde el desvío son unos 10km de carretera no asfaltada, en algunos tramos muy estrecha y con un desnivel bastante pronunciado.
A la mañana siguiente, camino al ferry, pasamos al lado de alguna playa muy similar, más corta, pero con el mismo tono de tierra.
Dónde alojarse en Patreksfjörður
En esta ocasión nos alojamos en Aðalstræti 87. Un apartamento para 7 personas.
No era muy moderno pero estaba completamente equipado y pasamos muy buena noche. Además está muy bien situado, ya que se encuentra justo al lado del supermercado y la gasolinera del pueblo. Y por ahí cerca también hay unas piscinas termales pero no llegamos a ir.
Había una habitación con dos camas individuales, una habitación con litera y una cama supletoria y en el salón un sofá cama de matrimonio muy cómodo. El apartamento incluye sábanas, toallas y edredones para todos. No está nada mal.
Ver alojamiento Aðalstræti 87
Ver alojamiento Aðalstræti 87
Como ya te hemos dicho, en Islandia es complicado organizar la ruta y elegir bien qué alojamientos reservar ya que hay pocos y son muy caros. Aquí podrás ver la selección completa de alojamientos en los que hemos estado. Hemos elegido los más baratos y de mejor calidad para que disfrutes de tu ruta por Islandia igual que hemos hecho nosotros: los mejores alojamientos en Islandia.
Puedes seguir nuestra ruta en el siguiente artículo: Día 10 de ruta: de Patreksfjörður a Stykkishólmur
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